Armagedon en la Tierra
Encrucijada, co-creación y unión
Por Alicia Contursi
Sin duda estamos en tiempos difÃciles. Momentos duros.
El mundo vive el resultado de la co-creación inconsciente de la gran masa humana, enceguecida, dormida, cargando con las negatividades que afloran del pasado. Sà de nada la actitud del avetruz que esconde la cabeza.
En medio de esta situación que tiene alcances mundiales sociales, polÃticos, econ telúricas, los trabajadores de la Luz intentamos llegar a la masa crÃtica de pensamiento positivo y co-creación amorosa que nos permita acceder a la Nueva Conciencia y a un Mundo Pleno de Paz y Amor.
Pero hay varios puntos que dificultan nuestra tarea.
Primero: no lo lograremos, entiendo, encerrándonos en una burbuja de escapismo y falta de encarnación, creyendo que sólo es suficiente â¬Ópermanecer en alta vibraciónâ vibracià posicià està apertura al amor trascendente, contacto con el Sà Mismo y conciencia trascendente. A veces basta el encuentro con una persona que no es del agrado para que la â¬Óalta vibraciónâ discriminaciÃ
Segundo: debemos tomar conciencia de que estamos en el Armagedón en la Tierra. Lo que sucede en planos sutiles y dimensionalmente más altos para muchos -la gran mayorÃa-. es desconocido. Si se està y credibilidad.
Pero si somos coherentes con el â¬ýComo es arriba es abajoâ¬ý de Hermes Trimegisto, en este espejo terrestre podremos ver lo que sucede en los Cielos.
Ocupémonos de lo que nos toca, lo que estamos viviendo sobre la faz de la Tierra, como conciencia de Gaia. La batalla está aquà y la estamos librando todos.
Tercero: No caigamos en infantiles escapismos de que vendrán a buscarnos â¬Óa los buenosâ¬ý para sacarnos del problema. Esta solución de novela de ciencia ficción lo único que hace es inclinarmos a no asumir las enormes responsabilidades que tenemos por haber elegido encarnar en este tiempo maravilloso de encrucijada y definición. Además conlleva una increÃble soberbia encubierta que nos llena de falsa seguridad por creernos los elegidos. â¬ÓLos buenosâ¬ý debemos enfrentar nuestra propia sombra e integrarla. No hay malos ni buenos, seres de la Luz o seres de la oscuridad. Hay que trasmutar y todos estamos llamados a la Luz, somos seres de Luz. Los que llamamos oscuros no se han encontrado con su Ser LumÃnico.
Cuarto: Si bien â¬Óhay que dejar fluirâ¬ý porque el proceso supera en mucho la direccionalidad que le podemos dar a nuestras vidas, no hay que caer en la inercia. Hace falta acción guiada por el Propósito. Fluir es dejar actuar al Sà Mismo, que nuestro Yo gravite en torno a él, como magistralmente dice Jung.
Quinto: Debemos responder, como seres humanos, realizando. â¬ÓRealizar⬠También de realeza. Rey es quien impera desde el propio poder personal. Debemos responder a nuestra condición de seres encarnados con todas nuestras potencialidades activas para realizar la tarea. Cada cual en lo que le toque. Lo haremos entre todos: hay que sanear las instituciones, salir del imperio despiadado del dinero, sanear la polÃtica, buscar formas armónicas de utilizaci relaciones sociales más justas, encontrar vÃnculos de paraja más auténticos, encarar la salud y la educaciÃ
Sexto: La Batalla es mortal. Por eso a muchos de nosotros se nos ha manifestado y hemos tenido que enfrentar la concreta posibilidad de la muerte fÃsica. Es una elección que requiere de una respuesta individual. Cada uno sabrá lo que elige si siente que ya no le toca seguir luchando. Pero el Proceso de Ascensión no es la muerte fÃsica Si alguno decide aceptar la muerte fÃsica, deja de participar en el proceso de Ascensión.
Otros muchos experimentamos una suerte de depresión anÃmica. Quizás nunca sentida antes, donde todo ha dejado de tener sentido, nada vale la pena y una sensación de sumirnos en el fracaso, el abandono, la dejadez o la inercia nos invaden.
Otros hemos sentido verdaderos embates de fuerzas negativas que nos han hecho trastabillar.
Otros debemos enfrentar complicciones inusitadas en la vida diaria, en nuestras relaciones interpersonales y nuestros planes cotidianos se ven trastocados, postergados.
También podemos haber sentido que hemos perdido la conexión con nuestro Ser Superior, Si mismo. Chispa Divina o como queramos llamarle.
Otros que hemos perdido la alegrÃa.
Todo es parte de la batalla.
Séptimo Debemos seguir adelante, sobreponernos, reencontrar la conexión, la fé, la fuerza, la alegrÃa si las hemos perdido y seguir co-creando, seguros de que con nuestro pensar y sentir creamos la realidad. Que no hay ningún futuro determinado, sólo posibilidades y que está en nosotros determinar cuál posibilidad se tornará en realidad.
Octavo: Hay algo que me preocupa sobremanera: quizás por todo lo anterior, veo que nos estamos separando. Desde hace muchos años no tengo grupo propio y me toca estar en contacto con muchos, interactuando con ellos de variadas formas. Puedo ver que la Unión amorosa entre los integrantes de un mismo grupo o entre los lÃderes de distintos, se pierde detrà de un querer lograr protagonismo. Que caemos en la postura egoica e infantil de querer tener la razón o somos esclavos de nuestra importancia personal. Que no se trabaja sobre â¬Ólas trampas del egoâ¬ý y en muy pocos casos se sigue el camino de contacto con el Sà Mismo o Ser Superior.
Todos caemos de una u otra forma en la crÃtica al hermano, sin darnos cuenta que es ceder en la batalla. Es dar lugar a la oscuridad.
La Unión en la Diversidad está muy lejos todavÃa. No sabemos respetar las ideas, posturas o interpretaciones diferentes del otro, aunque decimos que todos somos hermanos en la Luz. No sabemos cooperar.
Unidos en el respeto mutuo, sin susceptibilidades, sin ofensas, sin inflaciones de ego, somos imbatibles.
Cuando despreciamos, hablamos mal, disputamos lugar o desmerecemos, abrimos una gran brecha que deja entrar la oscuridad y no estamos trabajando para la Luz. Recordemos que â temamos recurrir al hermano si necesitamos ayuda. Solos no podemos.
Noveno: Que estos problemas del ego se manifiesten entre nosotros de manera tan abierta, es un Ãndice de que estamos en el tramo final. La última tentación de Cristo fue el ego.
Resumiendo; si no cambiamos nosotros mismos, si no aprendemos, si no nos superamos, no cambiaremos el mundo.
La Batalla está aquà y ahora. No es una guerra con espadas o armas de fuego. Es el enfrentameinto de dos formas de co-crear el mundo: la vieja, doliente y caduca y la nueva: unión en la diversidad, cooperación, paz, amor y justicia en la Tierra.
La encrucijada está entre partir o lograr la Ascensión de Gaia.
Hoy, 27 de mayo se forma la Luna Llena con el Sol en Géminis. Es la Luna del EspÃritu Santo que se derrama sobre la Humanidad. La llaman la Luna del Hombre, que sigue a la del Cristo (Pascua ) y a la del Buda (Wesac).
Dicen los estudiosos del tema que en esta Luna hay que â¬Óbajar del pedestal de la Luz para brindarla a la Humanidadâ¬ý
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