1. El perro de Joshu.
Un monje preguntó a Joshu, maestro de Zen chino:
œ¿Un perro tiene o no naturaleza de Buda?
Para poder dominar el Zen, debes primero atravesar la barrera de los Patriarcas. Para lograr esta sutil realización, debes detener completamente tu forma de pensar.
Si no atraviesas la barrera y no detienes tu manera de pensar, entonces serás como un fantasma aferrándose a los arbustos y malas hierbas.
Ahora quiero preguntarte, ¿cuál es la barrera de los Patriarcas?
Esta sola palabra, œMu Entrada sin Puerta del Zen.
Si la atraviesas, no solo veras a Joshu frente a frente, sino que también iras de la mano con los sucesivos Patriarcas, enredando tus cejas con las suyas, observando con los mismos ojos,
escuchando con los mismos oídos.
¿No es ese un encantador proyecto?
¿No te gustaría atravesar esta barrera?
Despierta a tu cuerpo entero con sus trescientos sesenta huesos y articulaciones y sus ochenta y cuatro mil poros; convoca un espíritu de gran duda y concéntrate en esta palabra: œMu.
Llévala continuamente, día y noche. No formes una concepción nihilista de desocupación o una concepción relativa de tener o no tener.
Será como si simplemente tragaras una bola de hierro candente la cual no puedes escupir aunque trates.
Todas las ideas ilusorias y pensamientos alucinatorios acumulados hasta el presente serán exterminados y cuando el momento llegue, interno y externo serán espontáneamente uno. Tú lo sabes, pero solo para ti, como un mudo que ha tenido un sueño.
Luego, de pronto, una conversión explosiva ocurrirá. Entonces asombraras al cielo y harás temblar la tierra.
Será
como si robaras la gran espada del valiente general Kan'u y la sostuvieras en tus manos. Cuando conozcas al Buddha, lo mataras; cuando conozcas a los Patriarcas, los mataras. En el borde de la vida y la muerte, dominas a la perfecta libertad; a través de los seis mundos y los cuatro modos de existencia, disfrutaras de un feliz y alegre samadhi.
Ahora quiero preguntarte de nuevo: ¿cómo lo llevaras a cabo?
Emplea cada gramo de tu energía para trabajar en œMu.
Si prosigues sin interrupción, contempla: una chispa ¡y la llama sagrada se enciende!
Verso:
¿Tiene un perro naturaleza de Buddha?
Es un asunto de vida o muerte.
Si te preguntas si la tiene o no,
¡Ciertamente perderás tu cuerpo y tu vida!