El pasado domingo, 1 de agosto, a las 0855 UT (Tiempo Universal), el
Solar Dynamics Observatory (Observatorio
de Dinámica Solar, SDO), de la NASA, detectó una gran erupción solar de
clase C3 (que no es de las más violentas), pero que causó una eyección
de masa coronal que se dirige directamente hacia la Tierra. La masa de
partículas ionizadas eyectadas por el Sol llegará a nuestro planeta
mañana, miércoles, a primeras horas de la mañana. Se espera que cause
toda una oleada de espectaculares auroras en las zonas polares.
El origen de la explosión fueron varias manchas solares
localizadas en la región 1092 del Sol (a la izquierda de la imagen).
Casi al mismo tiempo, y a una distancia de 400.000 km, estalló un enorme
filamento magnético en el hemisferio norte de nuestra estrella. Los
astrónomos creen que ambos fenómenos están íntimamente conectados y
responden a un complejo mecanismo que poco a poco revela sus secretos a
los investigadores.
"Esta erupción -afirma Leon Golub, del
Centro de Astrofísica Harvard-Smithsonian,
se dirige directamente hacia nosotros y se espera que nos alcance
durante las primeras horas del día del 4 de agosto. Es la mayor erupción
con dirección a la Tierra detectada en mucho tiempo".
Todo el fenómeno fue captado por las cámaras del SDO, una
sonda científica lanzada el pasado mes de febrero y cuyos instrumentos
están proporcionando las mejores imágenes de alta resolución jamás
obtenidas del Sol. "Hemos conseguido una bonita vista de esta erupción
-afirma Golub- Y habrá vistas aún más espectaculares si se producen
auroras".
Cuando una eyección de masa coronal alcanza la Tierra,
interactúa fuertemente con el campo magnético de nuestro planeta,
llegando a crear auténticas tormentas geomagnéticas. Las partículas
procedentes del Sol se alinean con las líneas magnéticas que convergen
en ambos polos.
Esas partículas colisionan con átomos de oxígeno y
nitrógeno en la atmósfera terrestre y brillan individualmente como si
fueran pequeñas luces de neon. Todas ellas juntas crean las auroras
polares, uno de los espectáculos visuales más sobrecogedores y bellos
que es capaz de ofrecer la naturaleza.
¿Dónde y cuándo?
Cuando las erupciones son más fuertes, las eyecciones de masa coronal pueden provocar fallos en las redes de telecomunicaciones y GPS, llegando a inutilizar satélites y redes eléctricas completas.
Normalmente, las auroras sólo son visibles en las
latitudes más altas. Sin embargo, durante una tormenta geomagnética como
la que probablemente se producirá el miércoles, las auroras pueden ser
visibles mucho más al sur de las zonas polares.
Los aficionados a escrutar el cielo que vivan en el hemisferio norte harían muy bien en permanecer atentos durante la esta madrugada, ya que podrían verse enormes cortinas luminosas de color rojo y verde.
El fenómeno revela, además, que la inactividad del Sol,
que ha durado casi dos años, ha terminado, dando lugar a un nuevo ciclo.
El último máximo solar se produjo en 2001 y su mínimo, del que ahora
parece estar saliendo, ha sido inusualmente largo. Se espera que el
nuevo pico de actividad solar se produzca entre los años 2012 y 2014.