La virtud está libre de autoridad
16 de
enero
¿Puede la mente estar libre de la autoridad, lo cual implica que está
libre de temor y, por lo tanto, ya no es susceptible de seguir a nadie? En tal
caso, ello pone fin a la imitación, que es algo mecánico. Al fin y al cabo, la
virtud, la ética, no son una repetición de lo bueno. En el momento en que la
virtud se torna mecánica, deja de ser virtud. La virtud es algo que debe existir
de instante en instante, como la humildad. La humildad no puede ser cultivada, y
una mente que carece de humildad es incapaz de aprender. De modo que la virtud
está libre de autoridad. La moralidad social no es moralidad en absoluto; es
inmoral porque admite la competencia, la codicia, la ambición; por lo tanto, la
sociedad alienta la inmoralidad. La virtud es algo que trasciende la moralidad.
Sin virtud no hay orden, y el orden no es tal conforme a un patrón, a una
fórmula. La mente que sigue una fórmula disciplinándose para alcanzar la virtud,
origina para sí misma problemas de inmoralidad.
Una autoridad externa
aparte de la autoridad de la ley- que la mente proyecta como Dios, como moral,
etc., se torna destructiva cuando esa mente está buscando comprender qué es la
verdadera virtud. Cada uno de nosotros tiene su propia autoridad, como
experiencia, como conocimiento, y trata de seguirla. Existe esta constante
repetición, esta imitación que todos conocemos. La autoridad psicológica
no la autoridad de la ley. La autoridad del policía que cuida el orden que
cada uno tiene, se vuelve destructiva de la virtud, dado que la virtud es algo
viviente, en movimiento. Tal como no podemos cultivar la humildad ni podemos
cultivar el amor, así tampoco la virtud puede ser cultivada; y en ello hay una
gran belleza. La virtud jamás es mecánica, y sin virtud no hay base para el
claro pensar.
Krisnamurti