La relación es un espejo
31 de enero
El
conocimiento propio no lo es de acuerdo con alguna fórmula. Uno puede acudir a
un psicólogo o a un psicoanalista para averiguar acerca de sí mismo, pero eso no
es conocimiento propio. El conocimiento propio surge cuando estamos atentos a
nosotros mismos en la relación, la cual revela lo que somos de instante en
instante. La relación es un espejo en el cual podemos vernos tal como realmente
somos. Pero pocos tenemos la capacidad de mirarnos tal cual somos en la
relación, porque inmediatamente comenzamos a censurar o justificar lo que vemos.
Juzgamos, evaluamos, comparamos, negamos o aceptamos, pero jamás observamos
verdaderamente lo que es, y para la mayoría de las personas esto parece lo más
difícil de hacer; no obstante, sólo esto puede dar comienzo al conocimiento
propio. Si en este espejo extraordinario de la relación, el cual no deforma
nada, podemos vernos así como somos, si simplemente tenemos la capacidad de
mirar con atención plena en este espejo y ver realmente lo que es, estar atentos
a ello sin condenar, ni juzgar, ni evaluar y uno mira así cuando hay un
interés serio-, encontraremos que la mente puede liberarse de todo su
condicionamiento. Sólo entonces está libre para descubrir lo que se encuentra
más allá del campo del pensamiento.
Al fin y al cabo, por erudita o
insignificante que la mente sea, está, consciente o inconscientemente, limitada,
condicionada, y cualquier extensión de este condicionamiento sigue estando
dentro del campo del pensar. Así pues, la libertad es algo por completo
diferente.
Krishnamurti