¿Puede la mente vulgar volverse sensible?
3 DE
FEBRERO
Preste atención a la pregunta, al significado que hay detrás de las
palabras: Puede la mente vulgar volverse sensible? Si digo que mi mente es
vulgar, y trato de volverme sensible, el esfuerzo mismo de volverme sensible es
vulgaridad. Por favor, vea esto. No se sienta perplejo, obsérvelo. Mientras que,
si reconozco que soy vulgar, sin tratar de cambiar eso, sin procurar volverme
sensible, si empiezo a comprender qué es la vulgaridad, si la observo en mi vida
de día en día, si observo mi modo voraz de comer, la rudeza con que trato a la
gente, el orgullo, la arrogancia, la tosquedad de mis hábitos y pensamientos,
entonces esa observación misma transforma lo que es.
De igual modo, si soy
necio y digo que debo volverme inteligente, el esfuerzo de volverme inteligente
es tan sólo una forma ampliada de necedad, ya que lo importante es comprender la
necedad. Por mucho que pueda tratar de volverme inteligente, mi necedad habrá de
continuar. Puedo adquirir el refinamiento superficial de la erudición, puedo ser
hábil para citar libros, repetir pasajes de grandes autores, pero básicamente
seguiré siendo un necio. En cambio, si veo y comprendo la necedad tal como se
expresa en mi vida cotidiana en el comportamiento con mi sirviente, en el
modo como considero a mi prójimo, al hombre pobre, al hombre rico, al empleado
de la tienda-, entonces esa misma percepción alerta trae consigo la disolución
de la necedad.
KRISHNAMURTI