Enfrentarse a la vida de un modo nuevo
13 DE
FEBRERO
Según me parece, una de las cosas que la mayoría de nosotros acepta
ansiosamente y da por sentada es la cuestión de las creencias. No estoy atacando
las creencias. Lo que tratamos de hacer es averiguar por qué las aceptamos. Y si
pudiéramos entender los motivos, las causas de la aceptación, quizá seríamos
capaces no sólo de comprenderlas, sino también de liberarnos de ellas. Uno puede
ver cómo las creencias políticas, religiosas, nacionales, y otros tipos diversos
de creencias, separan de hecho a los seres humanos, generan conflicto, contusión
y antagonismo, lo cual es obvio; sin embargo, no estamos dispuestos a
abandonarlas. Está la creencia hindú, la creencia budista, la cristiana...
innumerables creencias sectarias y nacionales, diversas ideologías políticas,
todas rivalizando entre sí, tratando cada una de convertir a las otras. Es
evidente, todos podemos verlo, que la creencia separa a las personas y crea
intolerancia. ¿Es posible vivir sin creencias? Eso podemos descubrirlo sólo si
somos capaces de estudiarnos a nosotros mismos en relación con una creencia.
¿Es, entonces, posible vivir en este mundo y no tener creencia alguna? No
cambiar de creencias, no sustituir una creencia por otra, sino estar enteramente
libres de todas las creencias, a fin de que nos enfrentemos a la vida de un modo
nuevo a cada instante. Esto, después de todo, es la verdad: ser capaces de
afrontarlo todo de una manera nueva, afrontarlo de instante en instante sin la
reacción condicionadora del pasado, de modo tal que no exista el efecto
acumulativo que actúa como una barrera entre uno mismo y lo que es.
KRISHNAMURTI