Este mes, el Festival de Luna Llena tiene lugar en
el signo de Acuario. Actualmente, Acuario es de una importancia suprema
para nosotros en nuestro sistema solar; es el signo hacia el que el sol
avanza con rapidez y su influencia está ganando ímpetu y potencia con
cada década que pasa. La creciente influencia de Acuario es en gran
parte responsable de los cambios que están efectuándose ahora en toda
nuestra vida planetaria y en todos los reinos de la
naturaleza.
La influencia de Acuario es omnipresente e
interpenetrante. Afecta a la conciencia, lo que a su vez afecta a las
formas de vida externas. De hecho, la era de Acuario, que ya es parte de
la conciencia humana actual, es más una cuestión de conciencia que de
tiempo. Los miembros de la familia humana que responden a los principios
y valores inherentes a Acuario son ya Acuarianos en conciencia y
actividad, aunque la humanidad en su totalidad está todavía luchando a
través del período de transición saliendo de Piscis. La conciencia del
verdadero Acuariano se ha expandido desde la intensa autoconciencia de
la persona media a la conciencia grupal del servidor mundial. El
individuo se transforma en lo universal, sin perder en lo más mínimo su
identidad espiritual individual.
La influencia dominante en este Festival de la Luna
Llena de Acuario estimula la capacidad espiritual de los individuos de
amar y servir a sus semejantes, de volverse inclusivos y compasivos, y
de compartir sus recursos propios libre y plenamente buscando satisfacer
una necesidad reconocida. Una influencia así es muy necesaria en un
mundo en el que la humanidad se ha cristalizado en una condición de
egoísmo y separatividad. Al final de la era de Piscis, esto se ha vuelto
pronunciado y ostensible, una forma de vida conocida y aceptada. Sin
embargo, a la larga, nada podrá impedir que las poderosas energías
desciendan a través de la constelación de Acuario. Estas energías están
dominadas por el rayo de amor y de sabiduría y por el poder de anclar la
energía espiritual en la forma material.
Esta energía amplía la experiencia y expande la
conciencia. Es una fuerza irresistible que barre a la humanidad hacia la
nueva era, a pesar de sí misma, y de sus resaca y resistencia Pisceana.
Los impedimentos al progreso que ahora parecen tan inmensos y que
tienden a deprimir y desanimar al espíritu pionero, son nuestra propia
creación. Representan el total de nuestras actitudes de mente y corazón,
todavía no transformadas. Pero aquello que hemos creado puede ser
cambiado o desechado, construyendo de nuevo según los cambiantes
requerimientos del mundo actual.
Este estado de conciencia Acuariano, como fuerza
omnipresente en numerosas personas hoy, no puede dejar de estimular el
cambio en la conciencia de toda la humanidad. En la medida en que los
servidores mundiales del reino humano puedan mantener su actitud dentro
de la corriente de energía de Acuario, recibiendo, dando y viviendo el
poder y el amor al que tienen acceso, servirán para irradiar y
transformar la totalidad del entorno humano.
El prolongado esfuerzo del alma para controlar la
personalidad culmina en Acuario y el discípulo avanza, desde el punto de
vista técnico, a la experiencia del sendero de iniciación. En el centro
de toda experiencia influida por Acuario se encuentra la belleza de la
vida grupal, el bien grupal y el servicio grupa¡. Esto no implica a unas
personas viviendo juntas sin más, sino esa conciencia inclusiva, o
estado mental, que piensa en términos de totalidad.
El servicio, que es la nota clave de Acuario, es
una Ley divina. Esta Ley del Servicio fue expresada plenamente por
primera vez por el Cristo hace dos mil años. Fue el precursor de la era
de Acuario, y de ahí su constante énfasis sobre el hecho de que El era
el "agua de vida", el "agua viva" que la humanidad necesitaba. Por ello
el nombre esotérico de esta ley es "el agua y los peces". La era de
Piscis preparó lenta, muy lentamente, el camino para la expresión divina
del servicio que será la gloria de los siglos venideros. En la
actualidad, tenemos un mundo que está llegando lentamente a la
comprensión de que “ningún hombre vive para si solo” y de que sólo a
medida que el amor, acerca del cual tanto se ha escrito y hablado,
encuentre su salida en el servicio, pueden los seres humanos empezar a
dar la talla de su capacidad innata.
El servicio puede definirse brevemente como el
efecto espontáneo del contacto con el alma. Este contacto es tan
definido y fijo que la vida del alma puede circular a través del cuerpo
físico que el alma debe, necesariamente, utilizar en el plano físico. Es
la forma gracias a la cual la naturaleza del alma puede demostrarse en
el mundo de los asuntos humanos. El servicio no es una cualidad ni una
representación; no es una actividad hacia la que la gente debe
encaminarse esforzadamente, ni es un método de salvación mundial. El
servicio es una demostración de vida. Es una necesidad del alma y es un
impulso evolutivo del alma, así como el instinto de supervivencia o la
reproducción de las especies es una demostración del alma animal. Es un
instinto del alma y es, por tanto, innato y peculiar al desarrollo del
alma. Es la característica sobresaliente del alma, igual que el deseo es
la característica sobresaliente de la naturaleza inferior, o de la
personalidad. Es el deseo grupal, igual que en la naturaleza inferior es
un deseo de la personalidad. Es el instinto al bien grupal. Por tanto,
no puede enseñarse ni imponerse a una persona como evidencia deseable de
aspiración, activado desde fuera y basado sobre una teoría del servicio.
Es, sencillamente, el primer efecto real, evidenciado sobre el plano
físico, del hecho de que el alma está empezando a expresarse en la
manifestación externa.
El aspecto más vital de este tipo de conciencia
grupal es la comprensión de una síntesis subjetiva que existe dentro del
grupo mundial de servidores y de la efectividad del trabajo subjetivo en
el que muchos participan, a pesar de estar ampliamente separados
físicamente y de no conocerse personalmente entre sí. Aquí, de nuevo,
hay un reconocimiento del poder y la efectividad del trabajo de
meditación realizado regular y rítmicamente por los grupos de todo el
mundo. Incluso careciendo del conocimiento consciente del hecho,
individuos y grupos están unidos en semejante servicio; y en la unión
está la fuerza. El enlace entre la humanidad y la Jerarquía, entre la
personalidad y el alma, resulta fortalecido; el canal de comunicación de
energía también resulta fortalecido. La corriente de energía es más
potente y la respuesta en la conciencia de la humanidad más espontánea.
Año tras año, al retornar el Festival de la Luna
Llena de Acuario, podemos utilizar conscientemente la oportunidad y las
energías disponibles para ayudar a elevar y expandir la conciencia
humana hacia la nueva era de Acuario. Oportunidad, iluminación y
hermandad son tres regalos que se confieren a la humanidad durante la
era de Acuario: oportunidad de crear los cambios necesarios; la
extensión de la luz del alma, intuitiva e iluminadora; y el crecimiento
de las correctas relaciones humanas, la unidad y la hermandad. El empleo
del Mántram o plegaria mundial de la Gran Invocación es una forma
efectiva de conducir magnéticamente las energías necesarias al campo de
la conciencia humana.
Texto em
português: http://www.sabiduriarcana.org/11-aquario-port.htm
"Preparar a los hombres para la reaparición de
Cristo. Este es el primer y mayor deber.
La parte mas importante de este trabajo es enseñar
a los hombres -en amplia escala-
y a enfocar la demanda invocadora de la
humanidad."
Maestro Tibetano Djwhal Khul