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| Asunto: | [RedLuzArgentina] Mas allá de la muerte | Fecha: | 16 de Febrero, 2011 17:43:14 (+0100) | Autor: | Todos Somos Uno <unidadpensante @.......com>
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¿Qué es la vida? un frenesi.
¿Qué es la vida?, una ilusión,
Una sombra, una ficción.
Que el mayor bien es pequeño,
Que toda la vida es sueño
Y los sueños, sueños son”.
(Calderón de la Barca)
Mas allá de la muerte
La Muerte es sinónimo de cambio en un universo dinámico de transformación
continua. La muerte no existe realmente como el final último de la vida, porque
es simplemente un cambio de traje. El ser humano es como un actor de una obra
teatral, que una vez que termina, el actor marca la distancia entre el personaje
que le tocó vivenciar y su identidad como actor. No podemos identificarnos
demasiado con el personaje, porque es meramente transitorio. Y a un papel, le
sigue otro y otro.
La Muerte es como el examen final al término del curso escolar. Si uno ha
estudiado, será algo fácil, sencillo, y nada complicado; tendrá unas lindas
vacaciones y estará mejor preparado para el próximo año. Pero si uno no estudió
durante el periodo que correspondía, saldrá desaprobado y tendrá que repetir el
grado.
Ante la pregunta ¿por qué hay que morir? primero tendríamos que preguntarnos
¿para qué vivimos? Si todo es aprendizaje ¿un aprendizaje de qué y hacia qué?
¿Por qué al concebir nuestros padres fuimos nosotros los que llegamos y no otros?
¿Elegimos o fuimos elegidos? ¿Somos el producto del azar o de un destino
predeterminado? ¿Cuál es el propósito de la vida más allá de la supervivencia de
la especie? Buscando respuestas, tendríamos que hacer una inmersión dentro de
cada uno.
Por lo mismo que somos creados, tenemos la capacidad de crear. Si uno no tuviese
la oportunidad de llegar a conocer la esencia divina que hay dentro de cada cual,
no podríamos llegar a conocer a Dios. Hemos venido a conocer y a ser conocidos.
Si uno no muriese, si no tuviéramos un plazo, no valoraríamos la oportunidad que
nos concede la vida para llegar a darle su justo valor a las cosas. Y es que
todo tiene un tiempo y un margen para ser realizado. Cada plazo, como cada vida,
es una oportunidad de realizarlo de tal o cual manera; experimentando y
perfeccionamiento. Es un juego cósmico de alternativas, en dónde vamos ensayando
diversas formas. Una aventura de crecimiento.
La respuesta por tanto no es otra que vivimos y morimos para aprender, para
crecer en conciencia y para llegar a saber valorar lo que realmente tiene valor.
¿Pero somos acaso el juguete de alguien ?…De ninguna manera, nadie está jugando
con nosotros. Somos el producto de un acto de amor, no sólo de nuestros padres ,
sino de la vida misma. Nadie quiere nuestro sufrimiento, ni hemos nacido para
sufrir, sino para aprender y madurar para dar fruto. Es cada uno el que debe
disponer su propio juego, jugarlo y disfrutarlo ganándolo.
Decidiendo sobre nuestra vida
¿Hemos tenido alguna participación en la decisión sobre nuestro nacimiento y
sobre lo que será nuestra vida?…El orden de la energía en el universo apunta
hacia la existencia y la perfección por la experimentación continua a través de
las formas. A mayor conciencia mayor ingerencia en la organización de nuestra
aventura de vida y muerte, de nacimiento y renacimiento. Al principio uno no
tiene la capacidad ni la posibilidad de decidir, porque es como el niño que es
enviado por sus padres al colegio. Lo envían, considerando que es lo mejor para
él, sin siquiera haberle consultado su parecer, por cuanto ellos saben que esa
educación le permitirá algún día tener la capacidad de optar por sí mismo, el
cómo enfrentara las siguientes etapas.
Así cuando éste niño crece, y llega a la adolescencia y a la juventud, se le
debe ir dando un margen cada vez mayor como para que pueda decidir por él mismo,
su futuro.
Los “Señores del Karma” ó “Guardianes del Destino” (que son unas entidades
espirituales que rigen los nacimientos y encarnaciones ), son los que asumen la
condición de nuestros padres o apoderados espirituales, dictaminando las
circunstancias en las que vendremos a la vida, hasta que nuestro avance evolutivo
nos permita negociar o decidir las condiciones de cada existencia.
A mayor avance evolutivo mayores serán nuestras posibilidades de intervenir en
la programación de nuestras existencias. La vida es una experimentación. Si uno
sale reprobado en tal o cual aspecto o curso -por así decirlo-, deberá repetirlo
hasta que lo supere. Pero no es un castigo ,sino una nueva oportunidad. Es
cierto que existe una Ley de Causa-efecto, que hace que uno viva en carne propia
las consecuencias de sus actuaciones buenas o desacertadas; pero el propósito no
es hacer sufrir a nadie sino el darse cuenta y entender el sentido de la vida y
de la creación. Todos deberán pasar por todas las experiencias humanas, de tal
manera que en una vida seremos hombres y en otra mujeres (porque el espíritu no
tiene sexo); en alguna seremos pobres y en otras ricos; en alguna sanos y en otra
enfermos; y así todas las posibilidades para que aprendamos a ser solidarios y
compasivos, para que lleguemos a ser capaces de perdonarnos y perdonar los
errores.
Una hora marcada para Morir
Todos tenemos un destino, que es parte de la programación que dispone cuando
naces y cuando te vas. Pero todo puede variar dependiendo del nivel de
consciencia que desarrolles y de cómo enfrentes la vida. Por ejemplo: un
suicida puede morir antes de la fecha que estaba prevista, renunciando con ello a
la oportunidad que le daba la vida para evolucionar. Otro ejemplo: una persona
que esta tratando de cambiar y de ser mejor ó alguien muy comprometido con el
amor y el servicio a los demás, llega a morir. Pero en el momento del tránsito ve
asomarse a través de un túnel de luz, a un ser celestial o a un pariente que le
inspira confianza, que le hace saber que se le va a prolongar el plazo,
terminando por vivir unos años más de lo que estaba previsto inicialmente, por
cuanto lo estaba haciendo bien. En ese mismo momento, la persona increíblemente
es recuperada (resucitada) por los médicos, que ya la daban por perdida. No hay
nada definitivo. El destino no es algo inamovible, se puede variar. Por eso es
que existe libre albedrío para demorarnos más o menos en hacer lo que debemos
hacer, creciendo y madurando en conciencia.
Pero ¿a qué podría deberse el gran temor que se le tiene a la muerte?
A la ignorancia y al olvido del que somos víctimas, por habernos desconectado
de nuestro proceso individual. Por ello es importante que nos esforcemos en
profundizar el autoconocimiento, y con ello recordemos que la muerte es una vieja
conocida, y que es amiga, no enemiga, de la que hemos aprendido mucho y muchas
veces.
No hay nada que temer...Nada llega antes si uno no lo busca. Pero si nos
comprometemos en darle sentido a la vida, nuestra labor no será desaprovechada
por las jerarquías superiores, y durará todo lo necesario para cumplir su
objetivo que es nuestra realización progresiva a través del servicio a los demás.
La Muerte es tan sólo el plazo para hacer y crecer. Es un recordatorio de que
debemos valorar y aprovechar el tiempo que se nos ha otorgado, dándole sentido y
trascendencia.
Sixto Paz
-Nosotros debemos ser el cambio que queremos ver en el mundo-
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