Más allá de la dualidad
23 DE FEBRERO
¿Acaso
no es usted consciente del mal? ¿No son obvias las acciones que ejerce, no es
abrumador el sufrimiento que ocasiona? Quién ha creado el mal sino cada uno de
nosotros? Tal como hemos creado el bien, por pequeño que fuere, así hemos creado
el mal, por enorme que sea. El bien y el mal forman parte de nosotros y también
son independientes de nosotros. Cuando pensamos y sentimos con estrechez mental,
con envidia, odio y codicia, estamos sumando mal al mal, y éste se vuelve contra
nosotros y nos desgarra. Este problema conflictivo del bien y el mal nos
acompaña siempre, puesto que lo estamos creando. Se ha vuelto parte de nosotros
este desear y no desear, amar y odiar, anhelar y renunciar. Estamos creando
continuamente esta dualidad que mantiene atrapado el pensamiento sentimiento.
Éste puede ir mucho más allá del bien y de su opuesto sólo cuando comprende su
causa: el anhelo. Al comprender el mérito y el demérito, nos liberamos de ambos.
Los opuestos no pueden fundirse; deben ser trascendidos mediante la disolución
del anhelo. Cada opuesto debe ser examinado, investigado tan extensa y
profundamente como sea posible, a través de todas las capas de la conciencia.
Por obra de este examen, de esta investigación, se despierta una comprensión
nueva que no es producto del anhelo ni del tiempo.
En el mundo existe el mal,
al que estamos contribuyendo, tal como contribuimos al bien. El hombre parece
unirse más en el odio que en el bien. Un hombre sabio se da cuenta de la causa
del mal y el bien, y, comprendiéndola, libera de ella al pensamiento
sentimiento.
KRISHNAMURTI