Justificamos el mal
24 DE FEBRERO
Es obvio
que la crisis actual en todo el mundo es excepcional, sin precedente. Ha habido
crisis de diversos tipos en diferentes períodos a lo largo de la historia:
crisis sociales, nacionales, políticas. Las crisis vienen y se van; hay
recesiones económicas, depresiones, que llegan, se modifican y continúan en una
forma distinta. Estamos familiarizados con ese proceso, lo conocemos. No hay
duda de que la crisis actual es diferente, ¿verdad? Es diferente, en primer
lugar, porque nos las estamos habiendo no con el dinero ni con cosas tangibles,
sino con ideas. La crisis es excepcional porque se encuentra en el campo de la
ideación. Estamos peleando por ideas, justificamos el asesinato; en todas partes
del mundo estamos justificando el asesinato como un medio hacia un fin justo, lo
cual es, de sí, inaudito. Antes, se reconocía que el mal era el mal, que el
asesinato era asesinato, pero ahora el asesinato es un medio para obtener un
resultado noble. El asesinato, ya sea de una sola persona o de un conjunto de
personas, se ve justificado, porque el asesino o el grupo que el asesino
representa, justifica ese asesinato como el modo de alcanzar un resultado que
será beneficioso para el hombre. Es decir, sacrificamos el presente por el
futuro, sin importar cuáles serán los medios empleados, en tanto declaremos que
nuestro propósito es el de producir un resultado que beneficiará al hombre. De
eso se infiere, por lo tanto, que un medio malo producirá un fin bueno, y
justificamos los malos medios apelando a la ideación... Contamos con una
magnífica estructura de ideas para justificar el mal, y no caben dudas de que
eso carece de precedente. El mal es mal; no puede dar origen al bien. La guerra
no es un medio para la paz.
KRISHNAMURTI