En este mes, Krishnamurti, aborda estos cuatro
temas: El deseo, El sexo, El matrimonio, La pasión.
1 DE ABRIL. Sólo hay
anhelo.
No hay una entidad separada del anhelo; sólo hay
anhelo, no «uno» que anhela. El anhelo adopta diferentes máscaras en diferentes
ocasiones, dependiendo ello de sus intereses. El recuerdo de estos intereses
variables se encuentra con lo nuevo y eso genera conflicto; así nace «el que
opta», quien se establece a sí mismo como una entidad separada y distinta del
anhelo. Pero la entidad no es diferente de sus cualidades. La entidad que trata
de llenar su vacuidad, su insuficiencia, su soledad, o que intenta escapar de
ellas, no es diferente de aquello que ella está eludiendo; es eso. No puede
escapar de sí misma; todo lo que puede hacer es comprenderse a sí misma. Ella es
su soledad, su vacuidad; y en tanto las considere como algo separado de sí
misma, vivirá en la ilusión y en un conflicto interminable. Cuando experimente
directamente que ella es su propia soledad, sólo entonces podrá liberarse del
miedo. El miedo existe únicamente en relación con una idea, y la idea es la
respuesta de la memoria como pensamiento. El pensamiento es el resultado de la
experiencia; y aunque puede reflexionar sobre la vacuidad, tener sensaciones al
respecto, no puede conocer la vacuidad de manera directa. La palabra soledad,
con sus recuerdos de dolor y miedo, impide experimentar la soledad de un modo
nuevo, fresco. La palabra es memoria, y cuando la palabra ya ha dejado de ser
importante, entonces la relación entre el experimentador y lo experimentado es
por completo diferente: esa relación es directa y no a través de la palabra, del
recuerdo. Entonces, el experimentador es la experiencia; sólo eso nos libera del
miedo.
KRISHNAMURTI