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RedLuz Argentina
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 | Asunto: | [RedLuzArgentina] El Principio de Compartir | Fecha: | Lunes, 11 de Julio, 2011 21:23:38 (-0300) | Autor: | Sabiduria Arcana <bvr @..........ar>
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La buena voluntad es
la piedra de toque que está transformando al
mundo
[ El Principio
de Compartir ]
“El
petróleo, la riqueza mineral, el carbón, el trigo, el azúcar y los granos
del mundo, pertenecen a todos los hombres. Éstos
son los elementos esenciales para el diario vivir del hombre
común.”
Se acepta generalmente entre los pensadores que uno
de los mayores problemas que enfrenta hoy el planeta es el de
compartir correctamente los recursos de la Tierra. La
gravedad del tema, más la inexperiencia de la humanidad al tratar los
problemas globales, conspiran contra nosotros al punto de agobiarnos
cuando nos enfrentamos con las grandes necesidades que persisten en el
mundo: alimento, vivienda, educación, salud, la libertad de expresión y
los recursos energéticos, entre otros.

A
veces ayuda a clarificar nuestra comprensión, sobre las necesidades y
sus soluciones, mirar el asunto desde un punto de vista más elevado que
el elemental nivel físico.
Quizás comprender que el principio de
compartir tiene una implicación mucho más profunda, puede
darle una dimensión nueva a nuestra comprensión. Un aspecto del
significado del compartir es el de participar,
utilizar, experimentar o disfrutar con los otros sin ninguna implicación
particular de propiedad, simplemente uso mutuo. No hay aquí ninguna
sugerencia de caridad o de dar algo de nuestra pertenencia a otro, donde
la gratitud está implicada, más bien existe la suposición de que todo lo
que es compartido no es propiedad de alguien en particular sino que
pertenece a todos.
Ningún dar ni recibir (simplemente compartir
aquello que el planeta nos ofrece para el bienestar de toda la
humanidad). Este es un concepto particularmente difícil de entender y
aceptar debido al hábito de la propiedad que nosotros hemos establecido
con firmeza. Cuando sea comprendido por los hombres y mujeres de amplio
criterio de todo el mundo, que la meta del correcto
compartir es el mayor paso hacia las correctas
relaciones humanas, este aspecto de la vida será más concienzuda y
atentamente estudiado.
Pítágoras, enseñando a sus discípulos
la mejor forma de transmitir ciertos valores y principios elevados,
explicó que la raíz de la justicia era "aquella a través de la cual
todos los hombres podrían llamar a una misma cosa, mía y tuya".
Obviamente esto es posible mediante la influencia del alma, el “Alma
Una”, es decir, a través de este punto de vista espiritual, de amplitud
planetaria. Raramente se comprende que compartir es en
esencia una manifestación de síntesis y el efecto natural de la justicia
en su forma más clara.
Desde un punto de vista global, todos los recursos, todas las
tierras y todos los esfuerzos y logros humanos pertenecen a la
humanidad. Hablamos aquí de justicia desde un punto de vista realista e
inclusivo. El nuevo orden mundial reconocerá que los productos del
mundo, los recursos naturales del planeta y sus riquezas intelectuales
no pertenecen a ninguna nación y deben ser compartidos por
todos. Una próspera y correcta distribución organizada de los
productos de la tierra y los tecnológicos, será desarrollada cuando la
vida humana se base en la necesidad de cada nación y sobre sus propios
recursos internos y en las necesidades de los pueblos, todo ello se
logrará cuando se tome conciencia de la
totalidad.
Las
Naciones Unidas han instituido un plan para construir un stock de
granos, para asegurarle al mundo el alimento necesario para tiempos de
malas cosechas o de desastres naturales. El plan exhorta a ciento
veintisiete países a que mantengan un mínimo de seguridad en los stocks
de granos de acuerdo a sus circunstancias, para poder socorrer a las
áreas golpeadas por emergencias. Cuando se establezca una red mundial de
computación y sea puesto al servicio de la realización de un inventario
de los recursos disponibles, veremos un uso más amoroso de la tecnología
por parte de la humanidad. La ONU realiza planes similares en otros
temas como la Ley de la Conferencia Oceánica sobre las Plataformas
Marítimas, el Tratado Antártico, la utilización Pacífica del Espacio
Exterior, más otros que están siendo desarrollados para la distribución
y utilización de los recursos aún no
reclamados.
Quizás
el compartir como opuesto al dar y recibir pueda
comprenderse con mayor claridad a la luz de un dicho Sufí que dice "un
hombre posee solamente aquellas cosas que no pueden ser perdidas ni
siquiera en un naufragio". Esto elimina casi todo. El tomarlo en cuenta
hace que cada uno deba volver a examinar el ejercicio y hasta la idea de
la propiedad privada.
¿Cómo puede ser transformado, en forma práctica, el concepto de
“aquellos que tienen y aquellos que no tienen” en uno más inclusivo e
iluminado, el de compartir para el beneficio de
todos?

La familia de naciones debe actuar considerando su
responsabilidad para con el mundo uno, toda empresa nacional debe tener
en cuenta su responsabilidad global. Los recursos de todo el planeta
deben ser compartidos, al igual que la herencia cultural e intelectual
de las naciones que pertenece a toda la humanidad y no son exclusivas de
una nación. Este concepto no implica un estado mundial sino el
desarrollo de una conciencia pública universal que conforma la unidad
del todo. Ello incluye, por ejemplo, el apropiado desarrollo y el
correcto gobierno de cada unidad nacional de modo que pueda realizar
adecuadamente sus deberes internacionales y formar parte de una
hermandad mundial de naciones. Cuando el sentido de seguridad nacional
esté adecuadamente basado en las correctas relaciones y no en la fuerza,
entonces será posible enfrentar este asunto con profundidad y
coraje.
Las viejas
costumbres están tan profundamente inculcadas, tan poderosamente
alineadas con los antiguos espejismos de codicia y temor, con la
dualidad deseos contra necesidades, que es necesario realizar primero un
acercamiento abstracto al tema para comenzar a clarificar, en forma
personal, nuestro pensamiento.
Las actitudes de posesión comenzaron en el
momento en que fuimos educados para compartir “nuestros” juguetes con
otros niños. Se nos decía: “compartan sus juguetes”. Aún hoy es raro que
se le enseñe a un niño que un juguete está solamente en su custodia para
usarlo todo el tiempo que quiera. No es necesario que renuncie al
juguete sino solamente es preciso enseñarle que renuncie a su deseo de
posesión, a su apego a la idea de que es suyo y de que puede hacer con
él lo que quiera, para siempre. Raramente se le enseña al niño la
responsabilidad de “custodiar” las cosas como algo opuesto a poseerlas.
Al educar a nuestros niños en la necesidad de compartir para una libre
circulación de todas las cosas esenciales, hacemos un verdadero comienzo
para establecer un nuevo orden de
valores.
No es habitual que se comprenda que no es tanto la actual
posesión de muchos objetos y cosas lo que nos retiene en nuestros
esfuerzos hacia la inclusividad sino nuestra imagen mental de lo que
“hacemos con nuestra propiedad”. Si mentalmente compartiéramos todo a la
corriente de vida planetaria, aunque físicamente lo retuviéramos en
custodia, reconoceríamos al mismo tiempo que estaríamos libres del peso
de la posesión. Es la idea de "tener y guardar" la que no está alineada
con el flujo y ritmo natural.
En la medida en que comenzamos a examinar y reajustar nuestra
actitud de posesión y de propiedad con respecto a la de confianza y
custodia, seremos útiles para la solución de este problema planetario.
Cuando reconozcamos que todos los recursos pertenecen temporalmente a
quienes tienen necesidad de ellos en un momento dado, el flujo
circulatorio de la naturaleza podrá distribuir las riquezas entre toda
la humanidad sin el impedimento del egoísmo y la sed de posesión
individual. Desde el punto de vista de Una Humanidad la justicia de
compartir la riqueza y los recursos de la tierra es la idea y práctica
más razonable.
Como la energía
sigue al pensamiento, cada uno de nosotros puede comenzar el trabajo de
reorientar la actitud egoísta de la humanidad eliminando estas actitudes
en nuestra propia vida. De la misma forma en que un hombre pensando
claramente y con buena voluntad puede transformar el clima mental de su
entorno, así, miles de hombres y mujeres de buena voluntad, pensando en
las ideas de justicia, de compartir, de correctas
relaciones humanas e indicando los nuevos ideales y valores pueden
lograr el efecto acumulativo de irradiar Luz y Amor alrededor del
planeta.
El compartir debe ser enfatizado y
desarrollado y el bien de la familia de naciones debe ser interpretado
como lo es el bien de una nación o de un grupo de
naciones.
La educación de
la opinión pública en este sentido puede realmente mejorar la identidad
nacional y la cultura de un país. La justicia de
compartir, sobre una base planetaria, no es únicamente
un ideal hacia el cual hay que dirigirse sino que es una necesidad para
la instauración de la Nueva Era.
Extractado de Técnicas
de Buena Voluntad (Descargar
ahora)

El Principio de
Compartir será tratado el miércoles 13 de julio en el programa
"Sirviendo a la
Humanidad" que sale por Mantra
FM.
Leer también:
El
Principio de Unidad
El Principio de Cooperación
O
Princípio de Compartilhar -
Português
 Solicite tarjetas color gratis como la que se ve
arrriba:
"Preparar a los hombres para la reaparición de
Cristo. Este es el primer y mayor deber.
La parte mas importante de este trabajo es enseñar
a los hombres -en amplia escala-
y a enfocar la demanda invocadora de la
humanidad."
Maestro Tibetano Djwhal Khul
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