El centro del sufrimiento.
28 DE JULIO
Cuando
usted ve algo muy hermoso, una bella montaña, una bella puesta del sol, una
sonrisa cautivadora, un rostro encantador, ese hecho le causa un impacto y usted
se queda aturdido, silencioso; ¿jamás le ha ocurrido? Cuando eso sucede, uno
estrecha al mundo entre sus brazos. Pero eso es algo que llega a su mente desde
fuera, y yo hablo de la mente que no está aturdida por un impacto, sino que
desea mirar, observar. Ahora bien, ¿puede usted observar sin toda esta irrupción
súbita del condicionamiento? A una persona que sufre le explico en palabras que
el dolor es inevitable, que es el resultado de la realización personal, etc.
Cuando se han terminado por completo todas las explicaciones, sólo entonces
puede usted mirar, y eso implica que no está mirando desde un centro. Cuando
mira desde un centro, sus facultades de observación son limitadas. Si me agarro
a un poste y no me quiero mover de allí, hay una tensión, hay dolor. Cuando
desde el centro miro dentro del sufrimiento, lo que hay es sufrimiento. Mi
incapacidad de observar es la que da origen al dolor. No puedo observar si
pienso, funciono y miro desde un centro, como cuando digo: «No debo sentir
dolor, debo descubrir por qué sufro, debo escapar». Cuando observo desde un
centro, ya sea ese centro una conclusión, una idea, una esperanza, la
desesperación o alguna otra cosa, esa observación es muy restringida, muy
estrecha, muy trivial; y eso engendra dolor.
KRISHNAMURTI.