Les recomiendo mucho el artículo anexo.
NUESTRA CONEXIÓN CON LA TIERRA
En ocasiones el cuerpo físico se manifiesta enfermo en consecuencia de un proceso, como agresividad no reconocida, egoísmo, heridas sin sanar, sentimientos reprimidos, miedo a vivir los cambios, soledad interior, etc.
Lo que vemos y utilizamos para nuestro beneficio es el Cuerpo Físico de la Tierra, sus elementos: el mundo mineral, vegetal, agua y fuego.
¿Y cuál es la parte de la tierra con la cual convivimos también, pero que no percibimos como una realidad concreta?
Lo que no percibimos realmente, y comienza a emerger como una realidad es que nuestra capacidad espiritual está unida a la capacidad espiritual del Ser Tierra. Formamos parte de la Tierra, somos con ella una Unidad.
Como seres físicos, en nosotros existen infinitas capacidades por expresar, y es aquí donde la Tierra tiene su máximo potencial: En nosotros como Seres Espirituales. Nuestra evolución espiritual es la evolución espiritual de la Tierra.
Podemos sentir, reflexionar, percibir, intuir, y con todo esto podemos hacer algo. Poseemos la capacidad que ningún otro ser físico sobre la tierra posee: Transformar, plasmar, concretar, este es nuestro máximo poder.
Un animal tiene emoción e instinto, sólo hace, lo que sus emociones más básicas le indican, que no son buenas ni son malas, simplemente son. No tiene la capacidad de pensar o intuir acerca de las consecuencias de sus actos, el animal hace lo que tiene que hacer dentro de su escala evolutiva.
El humano siente, piensa, tiene instinto, tiene intuición, y puede detenerse y ver qué hace con ello, a esto se le llama Conciencia.
La Conciencia es el mayor potencial del Ser humano como Ser Espiritual. El humano puede decidir concientemente cambiar la realidad en el sentido que se lo proponga.
Puede cuidar y sanar, y cuando tomamos nuestro poder espiritual y nos hacemos responsables de él, estamos llevando a la Tierra a una escala de mayor Evolución
Pero tambi benevolentes, compasivos, altruistas, es en la Tierra donde también repercute.
Cuando el egoísmo es el que nos guía, cuando el dolor interno nos enferma el cuerpo, cuando la sed espiritual no es escuchada, cuando por miedo a conocernos verdaderamente no nos permitimos cambiar y continuamos repitiendo estructuras caducas, cuando nos ahogamos por dentro, cuando estallamos como un volcán fuera de control, cuando el fuego de lo queremos hacer y no hacemos nos quema, cuando somos pobres en el dar, cuando nos volvemos mezquinos y secos, cuando el recurrente rencor y resentimiento se transforma en una guerra contra el otro, cuando nuestra rigidez es tal, que nuestro cuerpo nos duele, y solo un temblor involuntario nos libera, cuando nuestras emociones, no están calmas, y se sacuden contra las orillas de nuestros ojos y la angustia desnuda un profundo dolor, cuando nuestra vida se vuelve hueca, llana y sin sentido,
nuestro cuerpo enferma, clama y reclama¦.. y entonces la Tierra también lo hace.
Somos más de 6.800 millones de personas las que habitamos este Ser Tierra. Si cada ser que la habita en algún lugar siente este caos interior ¿puede la Tierra ser indiferente? ¿Podría no percibir nada y sus aguas seguir en armonía, sus vientos en calma, y en quietud su centro?
Si nos consideramos como entes separados que ninguna relación tenemos uno con otro, que tan solo existimos al azar, y entre cada uno de nosotros solo hay vacío, (*) podríamos pensar que la tierra no tiene nada que ver con nosotros y que tan solo nuestra relación con ella es funcional?
Terremotos y tsunamis, violentas tormentas, desprendimiento de icebergs, deslaves, sequías, inundaciones, huracanes y tifones nos pueden estar indicando una realidad.
Es muy importante aclarar que lo anteriormente expresado no es que el ser humano se sienta
Lo que se anhela es que cada día, más y más personas se hagan concientes de la interconexión que existe entre nosotros, los humanos y la Madre Tierra y asumir la responsabilidad de lo que se emite en el diario vivir.
Mucho está sucediendo, y lo estamos viendo, pero también es mucho lo está sucediendo, y no lo vemos.
Hoy muchas personas se encuentran replanteando su vida, su rumbo, muchas parejas se rompen, muchas parejas renacen, muchas personas definen su vida, muchos deciden cambiar de área de trabajo, o el lugar en donde viven.
Muchos seres están sintiéndose profundamente llamados a encontrarle sentido a lo que hacen.
¿Estamos presenciando algún final?
¿Estamos presenciando algún comienzo?
No importa saber la respuesta. Si es importante hacernos concientes de nuestro valioso aporte en el proceso, que junto con el planeta Tierra como colectivo Humano estamos viviendo.
No hay que tener miedo, somos hijos de una amorosa madre, la Tierra, Nuestra responsabilidad es reconocerlo, hacernos cargo con humildad de nuestro poder. Hacernos cargo también de la parte nuestra que está desconectada de la Gran Fuente, y se alimenta diariamente de ira, rencor, egoísmo, resentimiento, miedo, dolor.
Podemos hacer el trabajo de reconocer todo lo que somos, lo podemos hacer de forma armoniosa y amorosa con nosotros mismos y con el entorno.
Nuestra naturaleza está en movimiento. El reposo absoluto es la muerte. (Blaise Pascal)
Esta frase de Pascal, suena muy radical, pero oculta una realidad tan sencilla como el ver correr el agua de un arroyo.
De lo único que debemos estar seguros, y que muchas veces obviamos y olvidamos es que el movimiento es inherente a la vida.
Si es as luchamos cuando nuestra situación personal cambia?
Aunque sabemos que la vida en si es cambiante, nuestra mente se aferra a ideas, recuerdos, certezas, con la consecuente frustración y sufrimiento que se acumula y termina reflejándose en el cuerpo físico y por nuestra conexión con la Tierra, también en ella.
El enquistarse mentalmente, sin acoger la situación natural de movimiento y evolución, nos lleva a situaciones en las que nuestras "verdades" se convierten en tales para nosotros, sin que realmente lo sean.
En este proceso en que todo es movimiento, no nos queda otra que disfrutar del mismo, crecer y aprender....o todo lo contrario. De nosotros depende
Para terminar, la siguiente frase del libro: œDel miedo al Amor
œAntes de que pueda surgir una relación sana entre dos personas que han estado unidas por una variedad de distorsiones mutuas, puede surgir una tormenta interior o exterior que cumpla la misma función de reequilibrio que una tormenta eléctrica o un temblor en el ámbito de la naturaleza.
(*) Adjunto la entrevista a Gregg Braden
Llevando a la Humanidad a una Encrucijada
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