La terminación del dolor.
23 DE JULIO.
Si
usted desciende por el camino, verá el esplendor de la naturaleza, la belleza
extraordinaria de los campos verdes y los cielos abiertos; y escuchará las risas
de los niños. Pero, a pesar de todo eso, hay una sensación de dolor. Está la
angustia de una mujer que lleva a su criatura; está el dolor de la muerte; está
el dolor cuando uno espera con ansia algo y ello no ocurre; hay dolor cuando una
nación se debilita, se deteriora; y está el dolor de la corrupción, no sólo en
lo colectivo, sino también en lo individual. Hay dolor en su propia casa, si
usted mira profundamente: el dolor de no poder realizarse, el dolor de su propia
pequeñez o incapacidad, y diversos dolores inconscientes.
Hay también risas
en la vida. La risa es algo hermoso, reír sin un motivo, tener en el corazón una
alegría sin causa, amar sin buscar nada a cambio. Pero es muy raro que en
nosotros tenga lugar una risa semejante. Estamos agobiados de dolor; nuestra
vida es un proceso de desdicha y lucha, una continua desintegración, y casi
nunca sabemos qué es amar con la totalidad de nuestro ser [...].
Queremos
encontrar una solución, un medio, un método por el cual resolver esta carga de
la vida, y así jamás miramos realmente el dolor. Tratamos de escapar mediante
mitos, imágenes, especulaciones; esperamos encontrar alguna manera de evitar
este peso, de anticiparnos a la ola del dolor.
... El dolor tiene una
terminación, pero ésta no acaece por medio de método o sistema alguno. No hay
dolor cuando ha, percepción de lo que es.
KRISHNAMURTI.