El
modo de obrar del Trabajador de la
Luz
| |
Jeshua
A
través de Pamela Kribbe
2011
– www.jeshua.net
Traducido
del inglés por Sandra Gusella
Queridos
amigos,
Yo
soy Jeshua. Hoy los saludo a todos ustedes y estoy estrechamente conectado a
ustedes desde mi corazón. Estamos relacionados profundamente y hay un nivel en
el cual somos uno. El uno, la conciencia íntegra que
nos une puede sentirse como una energía de libertad, de creatividad, de bondad y
de alegría. Este es vuestro verdadero origen y hogar. Ahora ustedes se han
manifestado en una forma corporal localizada en el tiempo y en el espacio, pero
ustedes son mucho más que eso. Yo ahora les pido que sientan esta conciencia
enorme e ilimitada de la cual forman parte. Sientan a Dios adentro y sientan
cuán simple es esta energía. Dios no está en la cima de alguna jerarquía
mirándolos a ustedes hacia abajo. Dios es el flujo de energía que corre a través
de todo: a través de ustedes, a través de todos los seres vivos de la Tierra e
incluso a través de lo que parecen ser cosas inanimadas en vuestro entorno
material. Dios está en todas partes.
Dios
no está limitado por las formas. Dios es una conciencia pura, creativa,
conectada con las formas materiales en el tiempo y en el espacio para
experimentar la vida en una miríada de formas. Ahora sientan quiénes son ustedes
en este gran flujo divino: una chispa de luz dentro de un océano de conciencia
viva, pero una chispa indestructible que ofrece una contribución única a la
totalidad. Sientan la fuerza indestructible dentro de ustedes, está ahí por
siempre. Ustedes son parte de Dios.
Vuestra
conciencia es divinamente creativa. Ustedes eligieron vuestro camino de vida y
de experiencias. Aún cuando a menudo no lo sientan así siendo un humano, adentro
en lo profundo hay una fuerza creativa en ustedes que diseña ciertos sucesos de
cambio en vuestra vida y atrae ciertas experiencias que ustedes desean atravesar
para comprender, crecer y expandirse. Esencialmente, ustedes nunca son una
víctima de este mundo. En el centro de quienes ustedes son, nunca son impotentes
o están devastados. Porque en ese centro está la chispa de Dios que dice “sí” a
la experiencia por la que pasan estando en una forma corporal, y que sabe que
ustedes son capaces de aprender de eso de modo que vuestra conciencia se vuelva
incluso más amplia y más compasiva.
Abracen
este poder creativo interior, el cual atrajo a ustedes la vida que ahora
experimentan. Abracen vuestra vida con todos los altos y bajos. Ustedes tienen
el poder de vivirla bien. La satisfacción más grande que encontrarán será cuando
recuerden quiénes son mientras están en una forma, arrebatados por las demandas
y los desafíos de la vida en la Tierra.
Recordar quiénes son permite que la chispa de luz divina se conecte
totalmente con vuestro ser humano. Rendirse a esta chispa interior de luz
creativa, ilimitada cambiará vuestra vida y también cambiará las vidas de otras
personas.
Ustedes
quienes están leyendo esto, y quienes se sienten atraídos hacia la energía
Crística, son algunos de los que anhelan hacer brillar su luz interior en el
mundo. Ustedes añoran manifestarse como un trabajador de la luz, significando
que ustedes sienten el deseo de esparcir luz y de elevar la conciencia en la
Tierra. Vuestra pasión es pura y real; viene del centro de quienes son, de
vuestra alma. Es la chipa de Dios dentro de ustedes la que los conduce hacia
este deseo, porque es natural para Dios querer compartir la alegría, la luz y la
compasión. Cada vez que se sienten felices en expresar quienes realmente son
están sintiendo también la felicidad de Dios, ¡porque Dios y ustedes son uno en
el corazón!
Ustedes
a menudo se preguntan de qué se trata realmente el trabajo de luz. ¿Qué
significa esparcir luz u ofrecer sanación a otras personas? Esa es la pregunta
que me gustaría tratar hoy. Primero que todo, necesitamos echar una mirada más
cercana a la relación entre las personas cuando uno está ayudando a otro.
Quisiera señalar que algo extraño sucede con la distinción entre salud y
enfermedad, o entre entero y quebrado, como se usa en vuestra sociedad. Cuando
ustedes van al doctor porque tienen un problema médico, ustedes son una “persona
enferma en necesidad de tratamiento”. Se supone que los doctores saben algo que
ustedes no saben. Ellos son los expertos y ustedes fácilmente llegan a sentir
que vuestra salud está en sus manos. No es muy diferente cuando sufren de
problemas mentales o emocionales. Si las personas ven a un terapeuta, psicólogo
o sanador, ellos silenciosamente presuponen que estos expertos tienen algún
conocimiento o habilidad superior lo cual puede ayudarlos a resolver sus
asuntos. Por el mismo modo en la que la relación entre paciente y doctor o
cliente y terapeuta es definida, algo sucede en la propia percepción de ambas
partes involucradas.
Al
enmarcar esta relación en términos de uno teniendo más conocimiento y
perspicacia que el otro, se sugiere que el cliente necesita al
terapeuta/sanador/doctor para recibir algo que ellos mismos carecen y que no
pueden darse a sí mismos. Se asume que el terapeuta está sano y entero, y ofrece
luz y sanación al que está enfermo/o quebrado. Desde este punto de vista, el
terapeuta o sanador está delante del paciente, y está en posesión de algo que
ellos entregan al que está careciendo de este conocimiento o habilidad.
Desde
una perspectiva espiritual, este punto de vista es falso y distorsionado. Esto
ya mismo los hace comenzar con el pie equivocado. Sin embargo está profundamente
engranado en vuestra sociedad, tanto en el cuidado de la salud física como
mental. Fíjense cuán fácil es sentirse más pequeño que la persona a la que están
visitando por un consejo médico o espiritual. Ustedes son los que tienen el
problema; ellos son los que tienen la solución. Es una trampa tan común para las
personas que diariamente ayudan a otros identificarse mucho con su rol de
asistente, que ellos no pueden soltar ese rol. Ellos se definen a sí mismos con
eso y esto los vuelve dependientes de sus clientes o pacientes, tanto como para
la otra parte. El cliente puede sentir que necesita al asistente para curarse o
sanarse, pero el asistente necesita al cliente también para sostener su imagen
de ser el asistente: la persona inteligente y más grande que desea compartir sus
logros con el que está en necesidad. Es fácil ahora que surjan relaciones
desequilibradas, las cuales se centran en torno al poder y la
dependencia.
El
trabajo de luz es algo muy diferente. Para comprender de qué se trata realmente
el trabajo de luz o la sanación espiritual, ustedes necesitan liberarse de la
imagen tradicional de “terapeuta ayudando al cliente” o “doctor curando al
paciente”. Ustedes necesitan soltar la verdadera idea de que ayudar tiene que
ver con dar algo a algún otro. La verdadera idea de que la otra persona está
careciendo de algo es perjudicial para su proceso de sanación. La verdad es que
el único modo de ayudar a alguien es volverlos a ellos conscientes de su propio
poder y habilidad para sanarse a ellos mismos. Es la marca de un buen maestro
que ellos se hacen pequeños en lugar de grandes. Los verdaderos maestros los
invitan a recuperar vuestro poder interior y ellos no compran la sugerencia de
que ustedes son pequeños, necesitados y dependientes de alguien más. Los
verdaderos maestros nunca se presentan como autoridades. Es algo tonto hacer
eso. El verdadero don de un sanador es volver a la otra persona consciente de su
propia autoridad interior, el hecho de que ellos son una chispa de Dios y que
tienen disponible todo el conocimiento que
necesitan.
La
verdadera sanación es muy simple. No requiere métodos o conocimientos
elaborados. Aquí estoy hablando de sanación para el alma. Por supuesto que los
problemas físicos pueden necesitar ser atendidos por un experto médico que tiene
habilidades y conocimientos muy específicos. Sin embargo la sanación que afecta
al alma es muy simple. Si ustedes van al centro raíz de los problemas mentales
así también como físicos en las personas, de algún modo encontrarán la creencia
de que ellos se sienten ineficaces, indignos, desagradables, solos y
fracasados.
La
causa raíz es que esas personas se sienten desconectadas de su verdadero ser, la
chispa de luz divina que ellos realmente son. Ofrecer sanación a las personas es
abrir su recuerdo del Hogar, recordarles su perfecta belleza, fuerza e
inocencia.
¿Cómo
hacen esto? Primero, no hay métodos o remedios establecidos. No es un
procedimiento mecánico. Es una transmisión energética que puede ocurrir de
muchas formas diferentes. Volveré a hablar de esto. Segundo, nadie sana a menos
que ellos decidan abrirse a la sanación. Ustedes no pueden forzar la sanación
sobre nadie. Es decisión de ellos. De hecho, la sanación tiene algo de
milagroso: es el nacimiento de una nueva conciencia en el alma. Es su creación y
no puede predecirse de antemano. En la vida de cada uno hay momentos en los
cuales ustedes enfrentan la elección entre la luz y la oscuridad. La oscuridad
representa rendirse al juicio y al odio hacia uno mismo, a los pensamientos
negativos y al miedo. La luz representa abrirse a la bondad, al perdón, a la
alegría y a la abundancia que es verdaderamente la marca de la divinidad. Es
tarea de ustedes elegir. Incluso si el ángel más bello los está llamando para
que liberen el pasado y entren al reino de Dios, significando que se funden otra
vez con la chispa de Luz que son, es tarea de ustedes decidir. Si ustedes aún
están inmersos en imágenes profundamente negativas de ustedes mismos o de otras
personas, si están en la esclavitud del miedo y de la ira, ustedes incluso no
notarán al ángel. En verdad, el ángel de la sanación siempre está cerca de
ustedes. Es vuestro ser verdadero o superior, vuestra divinidad tratando de
hacerles recordar quiénes son. A veces, en vuestras vidas, ustedes se encuentran
con personas que por un tiempo juegan el rol de ángel sanador. Ellos pueden
incluso no ser conscientes de ello, pero ellos les recuerdan a ustedes quiénes
son realmente. Mientras ellos los escuchan o les hablan, de repente una chispa
del ustedes real entra en vuestra conciencia y ustedes se sienten alegres e
inspirados luego de haber estado con ellos. Esto los puede inspirar a elegir por
la luz, a tomar decisiones en vuestra vida que sirven a vuestro ser superior,
vuestra verdadera pasión y amor por la vida. La presencia del ángel puede actuar
como un recordatorio, y puede ser la clave para cambiar vuestra vida, pero
incluso entonces, es vuestra decisión confiar y dar el salto hacia la fe. ¡Sólo
ustedes pueden hacer que suceda el milagro!
Ustedes
pueden haber encontrado ángeles de sanación en vuestra vida y probablemente en
varias ocasiones hayan sido un ángel de sanación para otros, incluso si no se
dieron cuenta. Lo que quiero resaltar aquí es que de esto se trata el trabajo de
luz. No tiene que ver con curar o componer a las personas, no se trata de
ofrecer soluciones o sus problemas. No se trata de enseñarles ciertas
habilidades o conocimiento o normas éticas. Todas estas acciones presuponen que
a ellos les está faltando algo, que ellos son pequeños e indefensos. La sanación
espiritual da vuelta esta imagen. Lo que ustedes le ofrecen a alguien más si
quieren ofrecer sanación espiritual es realmente un cambio de
percepción. En lugar de enfocarse en sus problemas, en sus asuntos y
en sus sentimientos de incapacidad, ustedes se enfocan en su esencia, en su
totalidad, en su radiante belleza. Si hay algo que dar por parte del sanador
espiritual, es el don de la verdadera
visión. Si ustedes son capaces de mirar más allá del dolor, de la
ira, del miedo y del comportamiento autodestructivo de alguien, y ven el ángel
de luz en su rostro, ustedes le ofrecen algo muy precioso. Al mirar su verdadera
esencia, ustedes dulcemente la están invitando y la están llamando a que se haga
presente. Percibir el verdadero poder y la luz interior de alguien más, incluso
si no se muestran en la superficie, es como llamar a alguien por su verdadero
nombre. Nada es tan poderoso como ser llamado por tu verdadero
nombre.
Lo
que yo hice cuando realicé los así llamados milagros de sanación en mi vida en
la Tierra como Jesús, fue que entré en contacto con la esencia divina de
alguien. Al ver y sentir la chispa de lo divino en alguien, se volvió consciente
y fue su esencia divina la que realizó la sanación, no yo. Fue su propia
remembranza lo que recuperó en ellos la salud mental e incluso física. Esos
encuentros no siempre daban como resultado la sanación, porque siempre
dependería de si la otra persona decidía abrirse a la sanación. El milagro
estaba en ellos, y es importante recordar esto siempre que ustedes trabajen con
personas con el propósito de la sanación
espiritual.
Toda
la sanación espiritual viene desde adentro. Como un trabajador de la luz ustedes
no están sanando a nadie. Ustedes están creando el espacio de apertura, de estar
sin juzgar, lo cual invita a la otra persona a mirarse con apertura y compasión.
En lugar de tratar de resolver algún problema por fuera, ustedes se están
conectando con el alma de la otra persona y están sosteniendo para ellos una
visión de confianza y claridad. Este es el modo de obrar del trabajador de la
luz. Ustedes están intentando devolverle a la otra persona su grandeza, en lugar
de enfocarse en su pequeñez. Trabajar con alguien a nivel del alma significa que
ustedes le muestran su responsabilidad por su propia vida. Debido a que ustedes
hacen esto amorosamente y sin juzgar, esta responsabilidad no se sentirá como
una carga. Se sentirá habilitante y liberador tomar responsabilidad. Al creer
realmente en los poderes creativos de la otra persona, ustedes le reflejan su
propia fuerza a través de vuestros ojos y palabras. Al enfocarse en lo que es
completo e inmaculado en ellos, ustedes lo
refuerzan.
Sólo
pueden hacerlo así si ustedes realmente lo creen. Si en algún nivel ustedes
dudan de que ellos puedan hacerlo, ustedes afirman su sensación de debilidad en
lugar de invocar su fuerza. Son más poderosos como sanadores si ustedes confían
completamente en la habilidad de la otra persona para resolver los problemas y
liberar cualquier idea que ellos tengan de ser dependientes de ustedes. Muchos
de ustedes sienten que devolver la responsabilidad a la gente de esta manera
significa abandonarlos o decirles que resuelvan el asunto ellos mismos. Sin
embargo, soltar todas las ataduras de dependencia no significa que ustedes ya no
están ahí para ellos. Ustedes aún están ahí, sosteniendo su fe en su verdadera
fuerza y poder interior, alentándolos a ir más allá de sus limitaciones
autoimpuestas y ser todo lo que ellos pueden ser. Será elección de ellos qué
hacer con el espacio de sanación que ustedes
ofrecen.
Yo
sé que muchos de ustedes pasan por un mal momento cuando ven sufrir a otras
personas, especialmente si son seres queridos. Puede parecer imposible parar de
“ayudarlos”, soltar y poner vuestra energía en otro lugar. Pero, por favor
tómense un momento y consideren si realmente los están ayudando al mantenerse
agarrados. Si ellos son dependientes de vuestra energía de bondad y apoyo para
sentirse bien, ¿cómo harán para enfrentar su propia falta de bondad y apoyo
hacia ellos mismos? A nivel del alma ustedes podrían estar reforzando su
debilidad en lugar de despertar su verdadero poder interior. Esto los afecta
negativamente a ambos.
Ser
un trabajador de la luz o un sanador espiritual significa que ustedes buscan
conectarse con alguien de alma a alma. A nivel del alma todos los seres son
iguales y ninguno está por delante de algún otro. Todos ustedes son chispas del
ser divino que ustedes llaman Dios. A nivel humano podría parecer que una
persona es más inteligente, evolucionada o sabia que otra persona. Sin embargo,
si ustedes lo observan desde la perspectiva del alma esta clase de juicio se
vuelve obsoleto. Todas las almas están viajando a través del universo infinito y
pasan por varios ciclos de experiencia y desarrollo. Podría ser que ustedes
estén ayudando a alguien que está sufriendo un severo desequilibrio emocional
debido a circunstancias muy difíciles que ellos encontraron en sus vidas. En
este momento ustedes pueden ser el que ofrece asistencia. Pero más tarde, una
vez que el que sufre ha recuperado su fuerza, ellos pueden volverse su maestro y
mostrarles una profundidad de sabiduría y compasión que los deje
asombrados.
Para
ofrecer sanación espiritual o ser un trabajador de la luz es importante recordar
siempre que a nivel del alma son iguales a la otra persona. Es esencial que
ustedes reconozcan vuestra propia calidad de humano y que realmente están en el
mismo bote que la otra persona. Pueden estar sosteniendo un espacio de luz y
compasión para alguien, pero eso no los hace a ustedes diferentes de ellos, en
el sentido de “ser superior” o “estar por encima” de ellos. No se identifiquen
con ser un trabajador de la luz. Si se sienten atraídos a ayudar a las personas
a descubrir su verdadero poder interior, sigan vuestra pasión y hagan lo que
aman hacer. El trabajo de luz puede tomar toda clase de forma; ciertamente que
no está limitado al ofrecimiento de terapia. Generalmente, si ustedes hacen lo
que realmente aman hacer verán que inspiran a otros a hacer lo mismo. Ser uno
con la chispa de Dios que está en vuestro corazón naturalmente los conducirá al
tipo de trabajo, o relación, o lugar donde vivir adecuado. Vivir desde el
corazón es realmente muy simple. Se trata de conectarse con vuestro deseo del
corazón, con vuestra verdadera alegría, y de atreverse a actuar de acuerdo a
ello. Hacer esto los hará un trabajador de la luz y no necesariamente porque
están “ayudando a otras personas”. Es porque ustedes están trayendo al mundo
vuestra canción original del alma que inspirarán a otras personas a que también
crean en ellos mismos y a que saquen a relucir lo mejor de ellos. La luz
naturalmente irradia hacia afuera. Ustedes no tienen que enfocarse en la
pregunta de cómo esparcir luz en el mundo. No traten de ser buenos y útiles.
Traten de vivir de acuerdo a vuestra propia naturaleza original y divina, y el
mundo será un mejor lugar debido a eso.
©
Pamela Kribbe 2011
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Nota en amor y respeto a todos :
Deseo dejar plasmado en cada mensaje cuán importante es que cada uno aplique
su DISCERNIMIENTO en todos los mensajes que reciben día a día, aún los
que yo misma distribuyo, puesto que cada quien debe tomar lo que sea
necesario para el momento que viva, y algunos mensajes simplemente se irán
a la papelera de su computadora, pero otros, les darán una buena GUIA
en este tiempo de tantos cambios y movimientos.
Tomen lo que les resuene y sirva, lo que no, deséchenlo, y ante todo
recuerden que el Poder se encuentra dentro de cada uno.
En el Nuevo Paradigma ya no somos seguidores de Gurúes, Maestros Espirituales,
etc., lo único que debemos seguir es nuestro corazón, nuestro DIOS interno,
nosotros mismos somos nuestros guías, nuestros maestros,
TODO ABSOLUTAMENTE TODO ESTA DENTRO NUESTRO.
Siempre disciernan sin juicio, sin crítica.
El Manantial del Caduceo - Difusión
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