El verdadero revolucionario
6 DE AGOSTO.
La
verdad no es para aquellos que son respetables, ni para aquellos que deseen su
propia expansión, su propia realización. La verdad no es para los que están
buscando seguridad, permanencia, porque la permanencia que buscan no es sino lo
opuesto de la impermanencia. Estando atrapados en la red del tiempo, buscan lo
permanente, pero lo permanente que buscan no es lo real, ya que es producto de
su pensamiento. Por lo tanto, el hombre que quiera descubrir la realidad, debe
dejar de buscar, lo cual no quiere decir que deba contentarse con lo que es. Por
el contrario, un hombre empeñado en el descubrimiento de la verdad, debe ser
internamente un revolucionario completo. No puede pertenecer a ninguna clase
social, a ninguna nación, a ningún grupo, a ninguna ideología o religión
organizada, porque la verdad no se encuentra en el templo ni en la iglesia, no
puede hallársela en las cosas hechas por la mano o por la mente. La verdad se
manifiesta sólo cuando las cosas de la mano o de la mente son puestas a un lado,
y poner a un lado las cosas de la mano o de la mente no es una cuestión de
tiempo. La verdad llega a quien está libre del tiempo, a quien no usa el tiempo
como un medio de expansión propia. El tiempo implica memoria del ayer, memoria
de mi familia, de mi raza, de mi carácter particular, de la acumulación de
experiencias propias que componen el «yo» y «lo mío».
KRISHNAMURTI.